Y no ser conocidos en el planeta por exportar minerales, sino por exportar minería
Antofagasta busca convertirse en un polo de innovación, así se planteó dentro del 27EE su participación como ecosistema, a través de la experiencia de AnfoInnova, que fue expuesta por Abel Benítez Calderón, director de Asuntos Corporativos de Escondida BHP, compañía minera que cuenta con varios programas que apuntan a convertir a Antofagasta en un polo de innovación, entre ellos la creación de Aster, la primera aceleradora de startup del norte chileno, que apoyará a desarrollar sus proyectos a 40 startups.
Benítez, indicó que el ecosistema antofagastino, de cuya mesa forma parte, tiene características especiales “donde BHP, la empresa más grande del planeta en términos de recursos naturales, y Escondida, la productora de cobre más grande del mundo, son un par con la startup que se acaba de ganar un capital semilla de 15 millones de Corfo”.
Entre los desafíos del ecosistema, consideró que “todavía tenemos algunos eslabones débiles. Todavía no nos creemos el cuento. Somos la capital mundial de la minería, pero todavía no estamos convencidos que la minería es nuestro foco de desarrollo. Carecemos de estrategias claves para proyectarnos, para pensar qué queremos ser como ecosistema el año 2023”.
Benítez agregó que para no ser tan dramáticos, “la buena noticia es que estamos convencidos, no solo el gobierno sino también los emprendedores y la industria, que tenemos todo para convertirnos en un polo tecnológico”.
Dijo que un aspecto polémico, sin embargo, es el localismo, el territorialismo, la protección que se quiere dar al lugar, en Antofagasta, “pero no nos damos cuenta que la mejor manera de protegerlo es atrayendo al mundo, a entregar sus mejores capacidades en este lugar”. Consideró que es muy negativo tener una visión localista del ecosistema.
El sueño del ecosistema de Antofagasta, afirmó, “es no ser conocidos en el planeta por exportar minerales, sino por exportar minería”, precisando que la minería la componen las personas, “es el talento que se forma para desarrollar un negocio minero”. Agregó que “el sueño del ecosistema es que el talento antofagastino, el talento del desierto de Atacama, se disperse por el mundo. Que contribuya a que el planeta sea mejor desde la tecnología”.